30 de julio de 2011

Las cofradías y el monstruo

HASTA HACE poco, era raro el verano en que los tabloides británicos no daban cuenta de la tradicional aparición del monstruo del lago Ness, la enorme y profunda extensión de agua dulce en las Highlands (tierras altas) de Escocia, donde se hace el mejor whisky del mundo. Quizá fuera precisamente la abundancia con que allí se produce el portentoso brebaje lo que explicara que muchos nativos jurasen año tras año haber visto salir de las aguas al gigantesco pulpo.

La razón más simple de que esas apariciones, que ni el mismísimo Julio Verne hubiera imaginado, tuvieran tanta repercusión en los periódicos (que ofrecían detalladas descripciones de Nessie, el bicho, e incluso supuestas fotografías de él) era que en verano no se daban noticias de importancia y, por ello, la prensa tenía que recurrir a ese tipo de historias para llenar sus páginas.


Pues bien, he de decir que un asunto del que se ha ocupado los diarios extremeños durante los pasados días, el del hipotético abandono en que se hallan las cofradías de la Semana Santa cacereña, me hizo recordar lo del pobre monstruo, que quizá no haya vuelto a dejarse ver para evitar, tal y como está el patio, que le desahucien por impago del alquiler. ¿Hablando en julio, también en julio, de la Semana Santa? ¿Un fácil recurso de redactores ayunos de novedades?

Pero no, no se trata de una invención de periodistas desocupados. Se trata de que los señores (la mayoría son señores) cofrades han aprovechado los calores estivales para expresar su preocupación porque, según ellos, el ayuntamiento cacereño no les subvenciona como Dios –nunca mejor dicho– manda. Hablan más bien en pasado, refiriéndose a la anterior corporación, llena de peligrosos rojos, como todo el mundo sabe, pero no dan puntada sin hilo. Parece que pese a sus numerosos afiliados (unos diez mil, según dicen) apenas si pueden correr con los costes de sus desfiles, de modo que quizá por aquello de «quien no llora...» aprietan, como el que no quiere la cosa, al nuevo consistorio. Con lo sencillo que sería que cada uno de ellos aportara unos eurillos a la causa.

Afortunadamente (para ellos) la nueva alcaldesa ha acudido presta al quite: «las cofradías tienen toda la razón, ha sido una vergüenza». Así que ya saben ustedes, amigos lectores descreídos, adónde irá a parar buena parte de sus próximos impuestos. En cuanto a Nessie… ¡qué suerte tiene, el tío, de vivir en Escocia (y no solo por el whisky)!

23 de julio de 2011

Otra distribución de escaños en la Asamblea de Extremadura

Con relación a la distribución de los 65 escaños de la Asamblea de Extremadura en caso de haberse aplicado a la normativa electoral algunas de las modificaciones barajadas en los últimos meses, pueden hacerse las siguientes consideraciones, siempre a partir de los resultados del 22 de mayo, que recordamos a continuación:

Primer supuesto: Se mantiene el sistema actual, pero agrupando las dos circunscripciones.

En este supuesto se mantienen la ley D’Hont para el reparto de escaños y la exigencia de un mínimo del 5% de los votos válidos para entrar en el mismo, pero en lugar de asignar 29 escaños a la circunscripción de Cáceres y 36 a la de Badajoz (números que no son proporcionales al censo de cada provincia, quedando la de Cáceres sobreponderada), se asignan 65 escaños a una única circunscripción.

Habría que partir de esta distribución de votos en toda la comunidad:

 

y aplicar la regla D´Hont, tal y como se hace ahora en cada circunscripción por separado. Sin embargo, como puede comprobarse fácilmente, la distribución final de escaños hubiera sido la misma que antes:

Importa destacar que incluso suprimiendo el requisito actual de alcanzar un mínimo del 5% para entrar en el reparto los resultados hubieran sido los mismos.

En resumen: ni la unificación de las dos circunscripciones en una sola ni la eliminación de un porcentaje mínimo de votos hubiera modificado el reparto de escaños, siempre partiendo de la distribución de votos del 22 de mayo. Con otros resultados electorales, la exigencia de un mínimo porcentaje o la agrupación de circunscripciones sí hubieran modificado la composición del parlamento regional.

Segundo supuesto: Se establece un sistema proporcional puro.
  • Consiste este procedimiento en utilizar un sistema de compra de escaños, en el que el coste de cada escaño es el cociente del total de votos válidos entre el número de escaños disponibles. Cada lista logra tantos escaños como pueda pagar utilizando sus votos. Cuando ninguna lista pueda comprar más escaños porque los votos que les queden sean inferiores al coste de un escaño escaño, los escaños restantes bajan su precio sucesivamente hasta llegar al del mejor postor. Ninguna lista queda eliminada, con independencia de su porcentaje de votos, hasta que se acaban los escaños a repartir. Así los puestos sobrantes en el primer reparto se distribuyen en una segunda ronda entre los partidos de mayores restos. (Fuente: http://bit.ly/rpAco1)
La simulación en este caso la realizamos considerando una única circunscripción, pues esta es la forma (aunque en las elecciones últimas, con el sistema vigente, no hubiera modificado el reparto de escaños) que produce una mayor proporcionalidad en el reparto.

En primer lugar habríamos de calcular el coste de un escaño:

 

 Y aplicando el criterio antes descrito:
 
(El resto es la diferencia entre el número de votos obtenidos y el producto de los escaños iniciales por el precio de cada uno; o, si se prefiere, el resto de la división entera del número de votos entre el precio de cada escaño).

Observemos que con este sistema UPyD y IPEX hubieran obtenido representación, y ello con independencia de no haber alcanzado el 3% de los votos. Las consecuencias políticas de esta hipotética distribución son asunto diferente al aquí tratado.

El siguiente gráfico muestra cuál hubiera sido la distribución de escaños en la Asamblea, junto a la distribución actual.

Interior: composición actual.      Exterior: composición en esta simulación

El lector puede estar interesado en saber cómo hubiera quedado la Asamblea en caso de aplicar este sistema puro a cada una de las dos circunscripciones electorales por separado, con el mismo número de escaños en cada una (36 en Badajoz, 29 en Cáceres) que en la actualidad. Nos limitamos a exponer cuáles hubieran sido esos resultados:
 

Como se ve, PP y PSOE hubieran perdido un escaño cada uno (en relación con el caso de agrupación de las dos provincias), que hubieran ido a parar a UPyD y UPEX.